BOTIA YOYO

Descripción General

El Botia Yoyo es un pez tropical de agua dulce originario del sudeste asiático, especialmente de la India y Pakistán. Su nombre común proviene de las marcas de su cuerpo, que suelen parecerse a la palabra "YOYO". Es un pez pacífico y activo que destaca por su comportamiento curioso y su interacción social con otros peces.

Parámetros de agua ideales

• Temperatura: 24-30 °C. Ideal: 26-28 °C.
• pH: 6.0-7.5 (ligeramente ácido a neutro).
• Dureza: 5-12 dGH (blanda a moderadamente dura).
• Tamaño del acuario: Mínimo 60 litros 

Necesidades

1. Espacio y diseño del acuario:

   • Acuario amplio con espacio para nadar y escondites (troncos, rocas y cuevas).
   • Fondo con arena suave o grava fina para evitar dañar sus sensibles barbillones.

2. Filtración y oxigenación:

   • Prefieren aguas limpias y bien oxigenadas. Usa un filtro eficiente y realiza cambios parciales frecuentes (25% semanal).

3. Compatibilidad:

   • Especie pacífica, pero puede mostrar comportamientos juguetones con peces más pequeños.
   • Se lleva bien con peces comunitarios como tetras, guramis y barbos.
   • Debe mantenerse en grupos de al menos 4-6 individuos, ya que es un pez gregario.

4. Alimentación:

   • Omnívoro: dieta variada que incluya alimentos vivos (larvas, gusanos), congelados y pellets o escamas de alta calidad.
   • También consume caracoles pequeños, lo que lo hace ideal para controlar su población en el acuario.

Dificultad

• Moderada. Aunque no es un pez extremadamente difícil de cuidar, requiere un acuario estable, adecuado espacio y un mantenimiento constante para garantizar su bienestar.

Consejos útiles

1. Evita la sobrepoblación: Necesitan espacio para nadar y explorar. Mantén el número de peces acorde al tamaño del acuario.
2. Observa su comportamiento: Son peces activos y curiosos. Si notas que se esconden demasiado, puede ser una señal de estrés o mala calidad del agua.
3. Proporciona escondites: Las cuevas y refugios reducen su estrés y les permiten descansar.
4. Controla la dieta: Aunque comen caracoles, no dependas exclusivamente de ellos; asegúrate de ofrecer una dieta equilibrada.
5. Evita compañeros agresivos: Aunque son robustos, no compiten bien con especies agresivas o territoriales.
6. Controla la calidad del agua: Son sensibles a la acumulación de nitratos y otros desechos. Mantén un buen régimen de cambios de agua.